martes, 11 de enero de 2011

El Entierro de las Ratas: personajes

Eir "Skelderbrich" Fisher: 
Edad: 22
Le gusta: el periodismo fotográfico, los tatuajes, piercings, cantar, tequila, las tormentas eléctricas...
No le gusta: mostrar sus flaquezas, las bromas pesadas (dirigidas a ella), que no la tomen en serio, algunas personas...
Canción representativa: Runs in the Family
De sus orígenes poco se sabe, ya que vivió desde bebé en un orfanato, en Islandia. Aún siendo muy niña fue adoptada por Rose Fisher, inglesa, a la que Eir quiso más que a nada, pero teniendo ella 13 años la mujer murió. Fue acogida en casa de una tía suya, con la que nunca se llevó bien (por culpa de Eir, que se cerró en banda). Desde entonces poco a poco se fue metiendo más y más en el mundo de la fotografía, además de aficionarse a piercings y tatuajes siendo más mayor. Debido a su carácter nunca se ha movido demasiado tiempo con los mismos grupos de gente. En cuanto cumplió la mayoría de edad se mudó la vieja casa en donde había vivido su madre cuando era joven, en Shoreditch. "Skelderbrich" es su apodo; se lo inventó ella misma a la muerte de su madre. Trabaja como ayudante de fotografía en un estudio y ha colaborado alguna vez en revistas, pero la mayor parte de su dinero lo saca de la casa donde vivió con su madre, la cual puso en alquiler. Ha ganado algunos premios fotográficos. 


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Pyotr Romanovich Vishnyakov 
Пётр Романович Вишняков
Edad: 23
Le gusta: lanzarse a la aventura, el queso, warhammer, videojuegos varios, películas de serie B, zombies...
No le gusta: depende del momento; en general según qué clase de gente, los que se mueven en hordas de intimidación.
Canción representativa: Rebellion (Lies)
Casi siempre está sonriendo como si supiera un chiste secreto. Es ruso, de Moscú, en donde vivía con sus abuelos. Siempre ha sido muy (hiper)activo, y la idea de viajar le tentó desde la más tierna infancia; así que, estudiando duramente, consiguió una beca para continuar la carrera de Informática en Londres, viviendo en un ático cochambroso, eso sí, y sin mucho dinero, pero feliz. Se le da muy bien todo lo que implique ordenadores, cableados y las matemáticas en general, pero también le gusta leer, en especial clásicos de la ciencia-ficción y la épica. Es un optimista sin remedio, en general pacífista, extrovertido y tiene su propio modo de ver la vida. Cuenta con el carácter resuelto de una persona que confía en sí misma. Su abuelo le enseñó a tocar la guitarra. Siempre ha tenido una gran labia (incluso en inglés) y don de gentes. 


Oswald Grey
Edad: 32
Le gusta: dormir, leer, hacer de abogado del diablo, meterse donde no lo llaman, los kretek, las leyendas locales, los gatos, la comida india...
No le gusta: perder los nervios, no tener el control sobre una situación, los chirridos.
Canción representativa: Up jumped the Devil
Tuvo una infancia extraña, no exactamente difícil pero no la más adecuada; su padre era un depresivo medio alcohólico que jamás le prestó atención, tanto que, incluso siendo un niño, era más bien Oswald quien cuidaba de él. Ese hombre había sido médico, pero la muerte de su mujer lo hundió por completo para siempre. Oswald era lo que más quería en el mundo, aunque jamás fue capaz de demostrarlo, y por ello tanto durante su adolescencia como en la universidad Oswald hizo absolutamente lo que le vino en gana. Durante toda su vida, su mejor amigo ha sido un enorme gato que encontró en la calle. Cuando Oswald tenía 24 años, su padre se ahorcó. Decidió entonces mudarse a Londres (antes vivía en Lincolnshire), y cuando acabó la carrera de Filología Árabe abrió su propia librería. Siempre ha habido un no-sé-qué extraño en él. Perdió un dedo en un accidente de tráfico y cojea ligeramente.


Lo-Belar:
Edad: aparenta unos 14 años
Le gusta: el frío, los bosques, las flores, terrones de azúcar, los gatos y ratas, hacer caligrafía, dibujar, las calaveras...
No le gusta: los que esperan más de lo que pueden conseguir, los soñadores, los perros y pájaros, los pozos, el machismo...
Canción representativa: Ragdoll Physics y Well of Misery
Será la llama que prenderá la mecha de toda la trama de la historia.  Está llena de moratones. Va siempre muy sucia, cubierta en polvo, con los bolsillos llenos de tierra, descalza, hecha un desastre... Desconfía siempre en los primeros encuentros. Es de mente cuadriculada, muy testaruda, y por ello podría estar cometiendo el mismo error durante siglos sin siquiera darse cuenta o, mejor dicho, sin atreverse a admitirlo. Además tiene cambios de humor muy bruscos, en especial a medida que avanza la historia, ya que se desencadena una lucha moral en su interior. Puede llegar a ser muy patosa en sus momentos de mayor nerviosismo, sobretodo al sentirse atrapada de cualquier modo. Cuando consiguen sacarla de su actitud fría y distante se desmorona por completo, las dudas atacándola. A decir verdad, la realidad es que no es más que una pobre niña triste.